Me matriculé en el grado de Geografía e Historia habiendo dudado mucho al leer varias reseñas hablando de una carga lectiva tan considerable y habiéndome mirado los programas de la asignaturas detenidamente. Era una carrera que quería estudiar por interés personal, sin finalidad práctica. De hecho había cursado bastantes asignaturas de historia, también a distancia, en un par de universidades francesas (como complemento a otros estudios), y me encantaba; me apetecía ir eliminando lagunas, por eso me matriculé en la UNED.
Una vez matriculada, tuve acceso a los programas detallados de las asignaturas (se suponía que ahí se precisaría qué temas se tratarían, de los libros de texto (libros de entre 600 y 800 páginas cada uno en el caso de mi carrera). Pues bien, los programas detallados coincidían al 100% con los índices de esos libros de texto. Pocos días de dedicación al temario fueron suficientes para comprobar que la carga lectiva no era asumible, aunque personalmente disponía de bastante tiempo. Hubiera sido necesaria una dedicación completa durante un mínimo de ocho años, pensé. Me pareció desmedido y sin sentido. Respecto al placer de aprender, muy a mi pesar debo decir que también resultó decepcionante; ese temario tan extenso contenía muchísimo contenido muy poco relevante, y aún así pasaba por encima de todos los temas, casi se reducía a la memorización de listas. En un foro, leí una contribución que describía así el problema: "El problema es que en la UNED se estudia más que se aprende", y pienso que realmente es así. Se estudia muchísimo y por lo que vi, se aprende francamente muy poco. Contrasta con mis estudios anteriores de historia, en que cada parágrafo era una revelación...y en los que las 600-800 páginas de contenido hubieran constituido un curso entero.
La calidad de los manuales, debo decirlo, era mala. No es que no se pudiera aprovechar nada, pero era evidente que estaban hechos a base de corta y pega (parágrafos que quedaban cortados, sin acabar...); en algunos capítulos, no se daba ni una sola fecha, ni siquiera el marco cronológico. Otros capítulos contenían gran número de páginas transcribiendo textos epigráficos antiguos, semi-míticos, que nada significan sin más explicaciones, dándolos como el temario histórico a estudiar, sin más. No se citaba ninguna fuente. Estaban redactados con prisa, ¡como se notaba!, utilizando palabras inadecuadas al contexto, palabras generales...no tenía nada de lenguaje no ya académico ni culto, sino ni siquiera correcto. Había temas que, directamente, no se entendían (no había visto nunca tal cosa en historia, materia sin dificultades en cuanto a lo que hay a entender).
En cuanto a otros materiales de estudio, no los había; algún asistente publicaba resúmenes, pero después de haber encontrado varias erratas y contradicciones, quedaba claro que no solucionaba nada utilizarlos.
Ver más >